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martes, 1 de diciembre de 2009

Cómo Impedir que un desacuerdo se transforme en una discusión

  1. Acepte el desacuerdo. Recuerde el eslogan: "cuando dos socios siempre están de acuerdo uno de ellos no es necesario". Si hay algo que se le ha pasado por alto, agradezca a quien se lo recuerde.Quizás este desacuerdo es su oportunidad de corregirse antes de cometer un grave error.
  2. Desconfíe de su primera impresión instintiva. Nuestra primera reacción natural en una situación desagradable es ponernos a la defensiva. Puede ser para peor, no para mejor.
  3. Controle su carácter. Recuerde que se puede medir la dimensión de una persona por lo que la irrita.
  4. Primero, escuche. Dele a su oponente la oportunidad de hablar. Déjelo terminar. No se resista, defienda ni discuta. Eso sólo levanta barreras. Trate de construir puentes de comprensión. No construya altos muros de incomprensión.
  5. Busque las áreas de acuerdo. Una vez que haya oído hasta el fin a su oponente, exponga antes que nada los puntos y áreas en que están de acuerdo.
  6. Sea honesto. Busque los puntos donde puede admitir su error y hágalo. Discúlpese por sus errores. Eso desarmará a sus oponentes y reducirá la actitud defensiva.
  7. Prometa pensar y analizar con cuidado las ideas de sus oponentes. Y hágalo en serio. Sus oponentes pueden tener razón. Es mucho más fácil en este estadio acceder a pensar en sus posiciones, antes que avanzar a ciegas y verse después en una posición en que sus oponentes puedan decir "Quisimos decírselo pero usted no escuchó".
  8. Agradezca sinceramente a la otra parte por su interés. Cualquiera que se tome el trabajo de presentar y sostener objeciones está interesado en lo mismo que usted. Piénselos como gente que realmente quiere ayudarlo y haga amigos de sus oponentes.
  9. Posponga la acción de modo que ambos bandos tengan tiempo de repensar el problema. Sugiera realziar otra reunión más tarde ese mismo día o al día siguiente para presentar nuevos datos. Al prepararse para esta reunión, hágase algunas preguntas difíciles: ¿Tendrán razón? ¿Tendrán parte de razón? ¿Su posición tendrá bases o méritos ciertos? ¿Mi reacción solucionará el problema o sólo impedirá mi frustración? ¿Mi reacción acercará o alejará de mí a mis oponentes? ¿Mi reacción elevará la estima que me tiene la mejor gente? ¿Ganaré o perderé? ¿Qué precio tendré que pagar por ganar? ¿Si no digo nada, el desacuerdo se desvanecerá? ¿Esta ocasión tan difícil es una oportunidad para mí?