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lunes, 28 de diciembre de 2009

:.:.:.:.:. de los Escritos de Dale Carnegie

"Si su intención es llegar a algo en esta vida, no se quede atrás, temblando y pensando en el frío y el peligro; sino salte y trepe y hágalo lo mejor que pueda". -
Robert Cushing

lunes, 21 de diciembre de 2009

Buenas Noticias




Saber Escuchar también hace a una Buena Comunicación


Uno de los componentes de una comunicación efectiva es simple: saber escuchar. Escuchar verdaderamente lo que la otra parte está diciendo. Usted gana respeto, credibilidad y confianza cuando es un efectivo y honesto oyente. Escuchar a conciencia, rigurosamente, también le permitirá responder sinceramente a lo que otra persona está diciendo. Esa respuesta será apropiada y relevante y probará que usted estuvo escuchando con atención.

Hay muchos tipos de oyentes, que pueden o no ser conscientes de su propio estilo de comunicación, el cual puede ir no sólo en detrimento de su mundo de negocios sino de sus interacciones en sus rutinas diarias. La clave es que objetiva y honestamente se preste atención a uno mismo y se distinga si uno puede ser esa clase de oyente.

Si uno está preocupado, posiblemente proyecte señales visuales de eso. Por ejemplo, cuando uno está constantemente mirando alrededor, da la impresión de que no está prestando atención. Si nos damos cuenta de eso, necesitaremos esforzarnos por dejar de lado otros pensamientos y tareas, asegurándonos de mantener el contacto visual todo el tiempo.

Hay otros oyentes conocidos que parece que se “desconectaran”, lo que se puede leer como falta de interés y, además, se ve reflejado en su rostro. Así como el contacto visual es extremadamente importante, también lo es el hacer preguntas que lo involucren en la conversación para mantener el hilo de la misma.

Algunas personas sin embargo, hacen preguntas... ¡muchas preguntas! Esto podría ser un síntoma de que están o muy entusiasmados acerca del tema o que lo que no considera importante lo que la otra persona está diciendo. Si usted nota esta característica en sí mismo, pida disculpas y permita a la otra persona que continúe con lo que está diciendo.

El oyente activo es el que no se distrae, que está atento, que su cuerpo, mente y corazón está comprometido con lo que se está comunicando.

En el mundo de los negocios actual, esto es fundamental. Y no sólo en en los negocios: las personas apreciamos a quienes nos escuchan verdaderamente.


sábado, 12 de diciembre de 2009

Maneje Eficazmente los Desacuerdos

En toda relación existen desacuerdos. La mayoría de ellos pueden ser resueltos fácilmente. Pero, ocasionalmente, los vínculos pueden ser fortalecidos sólo por medio de un esfuerzo consciente y mutuo para llegar al acuerdo.
Estas negociaciones tienen más posibilidad de resultar exitosas si son llevadas a cabo en un ambiente positivo y sin agresiones.
Es más productivo pensar la disputa como una diferencia a ser reconciliada o reacomodada, que como una batalla a ganar.
Después de todo, aún aquellas personas con puntos de vista conflictivos deberían ser capaces de encontrar soluciones que funcionen para todas las partes involucradas.
Estos son algunos pasos que usted puede seguir para resolver diferencias.
  • ESCUCHE atentamente lo que la otra persona está diciendo. Pida aclaraciones cuando las necesite. Esto asegura que Ud. entienda la forma en que la otra parte visualiza el problema. Además, implícitamente le transmite al otro que usted es una persona razonable, que da a los demás la oportunidad de expresar su punto de vista.
  • EXPLIQUE su posición claramente, ofrenciendo todas las clarificaciones que le fueran solicitadas de forma no emocional. Las demás personas necesitan entender tanto como usted, cuál es su posición con respecto al tema en discusión.
  • DESCUBRA las causas de la oposición de la otra parte. Llegue al corazón del tema y comprenda exactamente por qué se discuten ciertas cuestiones.
  • NO SE DESVÍE DEL TEMA. Usted no podrá resolver un desacuerdo sumando otro tema a la discusión. Esta táctica descarrila la negociación de su curso, pone a la otra persona a la defensiva, dificultando aún más el llegar al acuerdo.
  • EVITE LOS COMENTARIOS DESPRECIATIVOS. No sugiera explícita ni implícitamente que las demás personas no pueden comprender la complejidad o que no son capaces de analizar la situación.
  • SEA JUSTO. El camino más seguro para llegar a un acuerdo es asegurarse que todos los participantes consideren que la negociación es justa. El sentido de justicia mantendrá los ánimos calmados mientras usted discute el problema y busca soluciones equitativas. Si el arribo a un acuerdo justo parece imposible, considere la posibilidad de buscar ayuda en alguna persona imparcial.

viernes, 4 de diciembre de 2009

:.:.:.:.:. de los Escritos de Dale Carnegie

"El problema que tenemos la mayoría de nosotros es que mantenemos cerrados los ojos a las oportunidades que nos acosan; y es rara la persona que busca su oportunidad o llega a verla, aún cuando tropieza con ella".

martes, 1 de diciembre de 2009

Cómo Impedir que un desacuerdo se transforme en una discusión

  1. Acepte el desacuerdo. Recuerde el eslogan: "cuando dos socios siempre están de acuerdo uno de ellos no es necesario". Si hay algo que se le ha pasado por alto, agradezca a quien se lo recuerde.Quizás este desacuerdo es su oportunidad de corregirse antes de cometer un grave error.
  2. Desconfíe de su primera impresión instintiva. Nuestra primera reacción natural en una situación desagradable es ponernos a la defensiva. Puede ser para peor, no para mejor.
  3. Controle su carácter. Recuerde que se puede medir la dimensión de una persona por lo que la irrita.
  4. Primero, escuche. Dele a su oponente la oportunidad de hablar. Déjelo terminar. No se resista, defienda ni discuta. Eso sólo levanta barreras. Trate de construir puentes de comprensión. No construya altos muros de incomprensión.
  5. Busque las áreas de acuerdo. Una vez que haya oído hasta el fin a su oponente, exponga antes que nada los puntos y áreas en que están de acuerdo.
  6. Sea honesto. Busque los puntos donde puede admitir su error y hágalo. Discúlpese por sus errores. Eso desarmará a sus oponentes y reducirá la actitud defensiva.
  7. Prometa pensar y analizar con cuidado las ideas de sus oponentes. Y hágalo en serio. Sus oponentes pueden tener razón. Es mucho más fácil en este estadio acceder a pensar en sus posiciones, antes que avanzar a ciegas y verse después en una posición en que sus oponentes puedan decir "Quisimos decírselo pero usted no escuchó".
  8. Agradezca sinceramente a la otra parte por su interés. Cualquiera que se tome el trabajo de presentar y sostener objeciones está interesado en lo mismo que usted. Piénselos como gente que realmente quiere ayudarlo y haga amigos de sus oponentes.
  9. Posponga la acción de modo que ambos bandos tengan tiempo de repensar el problema. Sugiera realziar otra reunión más tarde ese mismo día o al día siguiente para presentar nuevos datos. Al prepararse para esta reunión, hágase algunas preguntas difíciles: ¿Tendrán razón? ¿Tendrán parte de razón? ¿Su posición tendrá bases o méritos ciertos? ¿Mi reacción solucionará el problema o sólo impedirá mi frustración? ¿Mi reacción acercará o alejará de mí a mis oponentes? ¿Mi reacción elevará la estima que me tiene la mejor gente? ¿Ganaré o perderé? ¿Qué precio tendré que pagar por ganar? ¿Si no digo nada, el desacuerdo se desvanecerá? ¿Esta ocasión tan difícil es una oportunidad para mí?