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lunes, 22 de abril de 2013

5 maneras de establecer buenas conexiones en la era digital



Establecer "sintonía" es un paso crítico en las llamadas de ventas, ya sea si se trata de un prospect ó de un cliente que tenemos hace mucho tiempo. Tené en cuenta entonces estos consejos:

Hacé que los primeros minutos valgan la pena

El punto de contacto más importante serán las primeras palabras que digamos, ya sea cara a cara o digitalmente. Esto es así para todas las reuniones - incluso con los clientes que conocemos desde hace muchos años.

Intercambio de amabilidades

Hagamos cumplidos breves al comienzo de una presentación, reunión o entrevista. Hablemos brevemente de algo en lo que nuestro cliente esté interesado y nunca subestimemos el poder de la conexión personal.

Hacé tu tarea

Es importante demostrar que entendemos los problemas que nuestros posibles clientes enfrentan. Comenzá tu comunicación telefónica o tu llamada o conferencia online con la evidencia de cómo podrías ayudarles a alcanzar sus objetivos en base a los beneficios que han obtenido otros clientes. Esto reforzará tu credibilidad.

Concentrate en los beneficios.

Mostrá un visual al principio de tu presentación online que apoye la declaración de beneficios desde la perspectiva del cliente. Sé directo y concreto.

Sé positivo

Llamá la atención de una manera positiva y usá eso como un puente para comenzar con la agenda del día.

El rapport es acerca de las conexiones positivas. Hacé tus presentaciones en línea divertidas y memorables!


miércoles, 10 de abril de 2013

5 estrategias para salir adelante de su creciente carga de trabajo en la era digital


La mayoría de nosotros tenemos tantas tareas que hacer todos los días, que pueden parecer difíciles de manejar y abrumadoras. La carga de trabajo sólo parece incrementarse con cada semana que pasa. Y las llamadas telefónicas, correos electrónicos y redes sociales hacen que nos enfoquemos en lo último y urgente, en lugar de lo que es verdaderamente importante.
La carga de trabajo no va a cambiar, pero sí podemos cambiar la forma en que la manejamos. Al priorizar, podemos ordenar lo necesario de lo superfluo y dividir las tareas en objetivos manejables y acciones a seguir.
He aquí 5 estrategias que te ayudarán a priorizar tu trabajo:
1. Recortá las listas de tareas.
Eliminá ó mové aquellas tareas de tu lista que están en último lugar y, que en realidad no se harán. Esto dejará más espacio para trabajar en tareas que requieren mayor dedicación. Clasificá las tareas para determinar las que podés depurar. O utilizá uno de los muchos programas de software de gestión de tareas, algunas de las cuales incluso tienen aplicaciones para dispositivos móviles, para manejar más eficientemente tus listas de tareas.
2. Controlá tu bandeja de entrada.
El correo electrónico es una excelente manera de comunicarse, pero revisar la bandeja de entrada puede llevar mucho tiempo y suele ser abrumador. De todos los correos electrónicos que se reciben en un día, probablemente sólo el 20% de ellos valga la pena. El organizar y depurar el resto hará que los más importantes sean más fáciles de manejar.
3. Establecé metas.
Determiná cuál es tu objetivo principal de la semana y lo que es realmente secundario. Si te tomás el tiempo para pensar en ello, la respuesta puede sorprenderte. Y no sólo lo escribas y después te olvides. Revisá tus metas y disfrutá de la recompensa de completarlos, o de hacer ajustes si ya no parece viables. Este debe ser un documento vivo que cambia a medida que cambian tus necesidades. También podés utilizar aplicaciones del correo electrónico u otro software para manejar tus metas de manera digital, práctica.
4. Diferenciá lo importante de lo urgente.
Las interrupciones pueden parecer importantes, pero ¿lo son realmente? Determinar lo es que verdaderamente importante puede ayudarte a que te concentres en el trabajo que realmente hay que hacer. Las tareas urgentes parecieran necesitar que se hagan ya, pero tomate el tiempo de evaluar si esto es realmente así. Creá carpetas con acciones a tomar en tu correo electrónico o armá listas de tareas en algún software para no perder de vista tampoco las tareas no tan urgentes.
5. Organizá una agenda.
Pensá en esas tareas que decidiste eran importantes y asegurate de tener suficiente tiempo para trabajar en ellas. Tené en cuenta que siempre va a haber distracciones! Es importante saber administrar el tiempo para tener lugar para hacer todo esto y al mismo tiempo responder alguna llamada de emergencia sin sacrificar los elementos de alta prioridad.

lunes, 8 de abril de 2013

¿Querés saber el secreto de Dale Carnegie que te ayudará a recordar nombres?


¿Cuántas veces hemos estado en una reunión o en una llamada telefónica y nos quedamos  “en blanco”, no pudiendo recordar el nombre de alguien? ¿Es Silvina o Silvana? ¿Julio o Julián? ¿Roxana o Romina?

El no poder recordar el nombre de alguien no sólo es vergonzoso, sino que para algunas personas puede hasta resultar insultante que los confundamos con otros  -y puede dañar seriamente nuestras relaciones de negocios. Dale Carnegie dijo una vez: "El nombre de una persona es para él o ella el sonido más dulce e importante en cualquier idioma".

Tengamos en cuenta entonces, estos útiles consejos:

1. Concentrémonos en la persona.

En el momento en que conocemos a alguien, démosle a él o ella toda nuestra atención. Hagamos contacto visual al saludar, al darle la mano; sonriamos y escuchemos con atención. Que aprender su nombre sea una prioridad. Tratemos de no distraernos. La habilidad para recordar nombres está relacionada con el esfuerzo y la concentración; no es una deficiencia cerebral.

2. Repitamos el nombre en voz alta.
No se trata de una repetición sin sentido. Se trata de, al conocer a alguien, incorporar su nombre inmediatamente en la conversación, diciéndolo en voz alta por lo menos dos veces, por ejemplo en forma de pregunta para confirmar que lo hemos oído bien y que lo estamos pronunciando correctamente, y luego usarlo lo más naturalmente posible, durante la conversación. Esto es especialmente útil si no estamos seguros acerca de la pronunciación o la ortografía.

3. Hagamos preguntas
Al hacer una pregunta, no sólo le damos a la persona la oportunidad de hablar, sino que a la vez tenemos tiempo para fijar su nombre en su memoria y envía el mensaje de que estamos interesados en él y lo a esa persona le importa. Una razón por la que a menudo no recordar nombres es que empezamos a hablar de nosotros mismos. Este error desvía la atención de la otra persona y nos priva de la valiosa oportunidad de retener y recordar el "sonido más dulce e importante de su nombre” y fijarlo en nuestra mente. Para evitar este contratiempo, hagamos una pregunta simple para conseguir que hablen primero.

4. Repitamos el nombre en silencio.
A medida que la otra persona está respondiendo nuestra pregunta, repitamos su nombre en silencio por lo menos diez veces en nuestra mente. Escuchemos lo que él o ella está diciendo, y asegurémonos de proporcionar las señales no verbales para mostrar que estamos interesados y atentos.

5. Elaboremos una vívida asociación entre el nombre y algo familiar.
Al mismo tiempo que estamos repitiendo en silencio el nombre, vinculémoslo con algo familiar para nosotros. Cuánto más extraña y exagerada sea la imagen que visualicemos, mejor. La otra persona nunca sabrá de esa imagen, de modo que podemos construir una realmente memorable.

6. Concluyamos la interacción usando el nombre.
A medida que nuestra interacción con la persona llega a su fin, asegurémonos de decir su nombre por última vez.  Por ejemplo: "Fue genial conocerte, Mario y espero que nos veamos otra vez" Después, podemos escribir el nombre para recordarlo mejor.